No estoy seguro quien diría por primera vez la frase; “Dios solo tuvo un hijo y lo hizo predicador” pero de verdad que es una gran verdad. Pues para quienes han sido llamados al ministerio de la Predicación Expositiva, pensar en el ministerio terrenal de Cristo, como predicador expositivo, es realmente fascinante.
Tenemos que reconocer que no existe una actividad más urgente para la iglesia de Cristo; que no sea, el ministerio de la predicación bíblica. de hecho, cuando damos un vistazo al libro de los Hechos de los apóstoles, justo después de la venida del Espíritu Santo, lo primero que encontramos como actividad de la naciente iglesia; es el registro del sermón de Pedro; este trajo como resultado, tres mil conversiones.
El registro bíblico del libro de los Hechos nos muestra que la Predicación bíblica; estaba en el centro de la misión de la Iglesia; numerosos pasajes registrados en este maravilloso libro; dan testimonio de ello; como, por ejemplo: (Hechos 4:2, 5:42, 6:4, 8:4, 9:20, 11:20, 10:42,13:5, 14:7, 15:35 16:10,20:25) entre otros. Todos y cada uno de estos textos, revelan que el centro de la misión de la iglesia debe ser la Predicación Cristiana.
¿Por qué, la iglesia moderna no considera que la predicación bíblica, debe ser prioritaria?
Creo que la respuesta es obvia, es asunto de interés del enemigo, entre menos predicación bíblica hay en los púlpitos; más carnales serán los creyentes, así que déjame mostrarte; cómo la predicación centrada en Cristo el Señor, debe ser la prioridad de la Iglesia local; Les daré tres razones para pensar en esto; basándonos en el ejemplo; que tenemos en el libro de los Hechos 2:14-40 que explicare brevemente.
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I. LA PREDICACIÓN BÍBLICA EXPONE LA VERDAD DE DIOS PARA REFUTAR EL ERROR (Hechos 2:14-21).
Es interesante que, hasta este punto del libro de los Hechos; no hace más de 53 días, todos los discípulos habían huido despavoridos, incluyendo a Pedro, quien, además de huir negó al Señor, pero aquí después de la venida del Espíritu Santo, se convierte en instrumento poderoso de predicación en manos de Dios para salvar a tres mil almas.
Lucas nos dice; que después de aquel alboroto del pueblo, ante sus acusaciones y burlas que surgieron por el fenómeno de las lenguas que los escuchaban hablar. Pedro se pone en pie; y acto seguido “alzó la voz”, en el idioma griego es la palabra “epairo”; literalmente; hacerse escuchar, Pedro gritó con voz en cuello, ante aquella multitud reunida en aquel día; el escritor agrega; “habló”, esto es en el sentido de hablar abiertamente, como pronunciando a gran voz, y desde hechos 2:17-21 pasa a citar la profecía de Joel con el fin de corregir la confusa multitud al decirles: “Estos nos están borrachos” en otras palabras; ustedes están equivocados, aquí se está cumpliendo en parte la profecía de Joel.
Ante el auge y proliferación de las falsas enseñanzas, es menester que la Iglesia del Señor reconozca; que La predicación Expositiva, debe ser su mayor prioridad, es por ello, que, en SEPE, también nos esforzamos en brindar al estudiante serio de las Escrituras; las herramientas necesarias, para predicar con pasión y precisión la poderosa Palabra de Dios, porque solo así podremos hacer frente a los desafíos actuales en materia de la falta de Predicación Bíblica desde los púlpitos modernos.
II. LA PREDICACIÓN BÍBLICA EXALTA A CRISTO EL SEÑOR. (Hechos 2:22-36).
Tenemos que reconocer que en tiempos de grandes apostasías la Predicación Bíblica, no siempre es motivo de gozo, el mensaje de las Escrituras puede incomodar a las personas; máxime cuando declaramos las verdades absolutas tocante a la vida y ministerio de Cristo.
Este texto nos muestra, el gran denuedo de Pedro al hacer la transición del texto de Joel 2, hacia Cristo resucitado, después del llamado al pueblo, Pedro dice: “oíd mis palabras” no es un simple oír algo sino más bien; una manera de decir: “Escuchen con atención”. En otras palabras, ahora deseo que centren sus miradas; no en las señales, sino en lo que voy a declararles tocante al Cristo resucitado, y es desde este punto que con gran poder hace la exposición fiel tocante a la persona de Cristo.
Pedro da dos descripciones de Cristo: la primera es; “Jesús el Nazareno” y la segunda “varón aprobado por Dios ” la primera descripción tiene el fin de identificarlo, en otras palabras aquel que vivió entre ustedes, aquel que siendo la imagen del Dios vivo, dejó su trono glorioso para venir a este mundo, aquel a quien le apodaban: el Nazareno, (Jn.18:5,7) de este mismo y no de nadie más es a quien voy a anunciarles, y en segundo lugar; él es “varón aprobado por Dios.” De hecho, la intención de la palabra “aprobado” es enfatizar que Dios exhibió a su hijo como el humano perfecto, mediante muchas pruebas indubitables y hay muchos que pueden testificar de él, y desde estas palabras, Pedro exalta a Cristo por medio de la Predicación Expositiva presentándolo como el Mesías divino, acreditado mediante los milagros que realizó durante su ministerio terrenal; quien por designio divino fue llevado a la muerte, pero resucitado de entre los muertos, cumplió así las profecías del Antiguo Testamento, en especial las de David su Padre; del cual no nos avergonzamos de ser sus testigos.
Definitivamente; que un examen minucioso, de cada una de las declaraciones que hace Pedro, sobre Cristo; deja bien claro la intención del predicador; de exaltar a Cristo mediante su Predicación Bíblica.
Hoy día; es menester tener esa misma convicción y denuedo de Pedro, al exponer la Palabra de Dios.
III. LA PREDICACIÓN BÍBLICA PERSUADE AL HOMBRE PECADOR. (Hechos 2:37-40).
Ante aquella poderosa Predicación, la multitud sintió punzadas, “se compungieron”; no cabe duda, que fue la obra del Espíritu Santo en los corazones de los oyentes; quienes habían rechazado dando muerte al Mesía, pero ahora, desesperadamente deben buscar la remisión de sus pecados.
Pedro les llamó a un cambio de parecer, ellos habían rechazado a Cristo. Ahora debían poner sus esperanzas sólo en él, mediante el arrepentimiento y como resultado obtendrán el perdón de los pecados siendo sellados por el Espíritu Santo de la Promesa y como evidencia de esa nueva fe, debían testificar ante el mundo que son sus seguidores mediante el bautismo; este es el mismo mensaje que debemos predicar; no tenemos el derecho de restarle ni agregarle, es por ello que solo la predicación bíblica no sólo refuta el error, sino que exalta a Cristo y convence al pecador.
Esta es la prioridad de la Iglesia del Señor; no son los programas, las estrategias de publicidad ni el activismo; es la predicación bíblica, la actividad que debe ocupar al hombre de Dios, y por supuesto; que no nos quede la menor duda; La Iglesia de Cristo, debe hacer de la predicación cristiana, su mayor prioridad.
En conclusión
Lo que deseamos enfatizar en este artículo es; cuan primordial es la predicación expositiva dentro de la Iglesia local. Esta, estaba en el centro de la Iglesia primitiva y es tan claro en las Escrituras; que la misión de la Iglesia no ha cambiado.
Los predicadores comprometidos con Dios y su Palabra; debemos seguir exponiendo la verdad de Dios para refutar el error en un mundo donde las falsas enseñanzas imperan; sólo la predicación bíblica será capaz de corregir y guiar a los creyentes hacia la verdad.
Por otro lado, tenemos que reconocer que la predicación bíblica que exalta a Cristo es vital en tiempos de grandes apostasías y confusión espiritual que domina hoy día; sin olvidar; que es la única que persuade al pecador llevándolo a una relación transformadora en Cristo.
En vista de esto en SEPEGlobal, nuestro seminario para la predicación expositiva, estamos comprometidos con brindar las herramientas que permitan a nuestros estudiantes predicar a Cristo con Poder, Pasión y Precisión, mediante el uso correcto de una hermenéutica bíblica, que lleva a una exégesis seria, considerando todos los elementos necesarios, en el proceso exegético y homilético eficaz. Aplica hoy mismo; ¡Estudia en SEPE!
Autor: Alexis Oliva.