Por. Pastor Salvador Martínez
¿Cuál es nuestro primer pensamiento cuando pensamos en la oración y especialmente cuando nos encontramos en medio de una prueba? ¿Nos enfocamos en las circunstancias o en el Dios que ha dicho «no se turbe vuestro corazón ni se impaciente»? El hombre natural tiende a desfallecer, pero ¡Cuán glorioso es saber que como creyentes somos hechos «nuevas criaturas en Cristo» y que debido a esta nueva naturaleza tenemos acceso directo «al trono de la gracia» en donde, sin duda alguna encontraremos descanso.
La oración, es uno de los muchos recursos del creyente para llegar a tener una vida plena y dichosa en Cristo. Pero es también uno de los más tergiversados, mal entendidos y mal utilizados a lo largo de la historia de la iglesia. Esto se debe, en gran parte, a la mala comprensión y aplicación de lo que es la verdadera «Oración Bíblica».
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¿Cuáles son los distintivos de la oración bíblica?
A lo largo de la Escritura encontramos pasajes que nos enseñan la verdadera naturaleza y función de la oración, un pasaje que nos ilustra algunos principios importantes de la oración es Hechos 4:23-28, en donde podemos observar tres distintivos de una oración bíblica que nos ayudarán a mantener nuestra confianza en Dios en medio de las circunstancias.
Primer distintivo de la oración bíblica
El primer distintivo de una oración bíblica es una comprensión clara del carácter de Dios. En Hechos 4:24 después de haber sido puestos en libertad Pedro y Juan, se unieron a sus demás hermanos y al orar dijeron «Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay», qué maravilloso poder observar el reconocimiento de la soberanía de Dios, la palabra que usa el narrador en este pasaje (gr. despotes) se traduce literalmente «quien tiene una autoridad suprema».
Nuestras oraciones deben descansar en el hecho de que Dios tiene el control de nuestras vidas, nada escapa a Su voluntad. En este texto se destaca la Soberanía, que es uno de los atributos del carácter de Dios, esto nos debe llevar a pensar en otros aspectos de Su carácter como Su Santidad, la cual nos hacer recordar que Él nunca nos conducirá al pecado y por lo tanto debemos orar para que nuestra respuesta y conducta refleje Su santidad.
Su inmutabilidad nos debe infundir esperanza al saber que sus promesas no cambian y podemos orar sabiendo que el Dios inmutable está y estará con nosotros siempre. Orar pensando en el carácter de Dios traerá gozo al corazón del creyente y producirá en nosotros una total dependencia, sabiendo que Él está ejerciendo su cuidado amoroso en sus hijos. Fue esta comprensión la que llevó al siervo Job a decir «Jehová dio, Jehová quitó, bendito el nombre de Jehová».
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Segundo distintivo de la oración bíblica
El segundo distintivo de una oración bíblica es una comprensión clara de la Palabra de Dios. Notemos como en los versos 25 y 26 además de reconocer el carácter de Dios (verso 24) también se está descansando en las Suficiencia de las Escrituras trayendo a la memoria el Salmo 2. Si hay algo que puede enfocar nuestra mente en Dios en medio de cualquier circunstancia que estemos atravesando es recordar Su Palabra.
Podemos estar seguros de que en ellas encontraremos las inalterables promesas de Dios para cada uno de nosotros. Sin olvidar que aún las pruebas son parte de la vida del creyente, es por esto que, también Santiago recuerda a sus lectores «tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas (Stg. 1:2)» ¡Cuánta paz puede traer al corazón del creyente el saber que para cada circunstancia de la vida hay un texto de las Sagradas Escrituras que nos puede dar aliento!
Pablo hablando de las pruebas nos recuerda en Ro. 8:18 «Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no se comparan a la gloria venidera que ha de manifestarse». A menudo nos centramos en nuestra necesidad y olvidamos que la oración es una búsqueda íntima de comunión y adoración donde exaltamos a Dios por quien es Él y por lo que ha hecho en nuestras vidas.
La manera de adorar correctamente a Dios en la oración es conociéndole a Él a través de su Palabra. De esta manera cuando oremos en tiempos de bonanza podemos alabarle por la grandeza de Su Nombre y cuando oremos en tiempos de angustia podemos adorarle orando y recordando sus gloriosas promesas.
Tercer distintivo de la oración bíblica
El tercer distintivo de una oración bíblica es una comprensión del propósito de Dios, el verso 27 y 28 nos ilustra un corazón que descansa en la Omnisciencia de Dios. La oración no es el medio para lograr que Dios obre de acuerdo a lo que nosotros consideramos que debe hacer.
Quizá este es el punto de mayor desafío para el creyente porque vivimos en un mundo egocéntrico donde se busca la satisfacción personal, a eso agreguemos las falsas enseñanzas que quieren hacer creer al hombre que todo lo que declare será realizado por Dios como por arte de magia, se imagina el caos en el mundo si Dios le concediera al hombre todo lo que desde su perspectiva humana quiere o piensa que merece, pero ¡cuán glorioso es que la oración nos lleve a tener una actitud humilde delante de nuestro Creador, no para pedir que obre según nuestros propósitos sino según Su voluntad!.
Los apóstoles en Hch. 4:28 rogaban al Señor «para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera» mientras oran están descansando en los propósitos de Dios, de allí la importancia de que como creyentes sepamos que Dios obra en nuestras vidas conforme a Su voluntad y para Su gloria. Santiago nos recuerda que debemos tener gozo cuando nos encontremos en diversas pruebas a fin de que seamos perfectos y cabales sin que nos falte cosa alguna, toda circunstancia en la vida tiene el propósito de perfeccionarnos y conformarnos a la imagen de Cristo y llevarnos a vivir una vida para la alabanza de la gloria de Su gracia.
En SEPEGlobal creemos que la oración es un hermoso recurso que Dios ha dejado para los creyentes y a la luz de estos tres distintivos de una oración bíblica podremos predicar la Palabra de Dios para formar a futuros líderes cristianos. Te enseñaremos los fundamentos de la oración bíblica para desarrollar una vida de oración que agrade y glorifique a Aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. ¡Aplica ahora!