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La exégesis acompañada de piedad


Hace unos años la predicación expositiva era desconocida por muchos. Poco a poco fue adquiriendo mayor importancia dentro de los círculos evangélicos de sana doctrina. 

Sin embargo, nuestro adversario siempre busca maneras de distorsionar lo que agrada a Dios y muchas veces, nosotros los creyentes, nos préstamos para que Satanás lleve a cabo sus planes sin nisiquiera darnos cuenta. 

Permítanos aclarar, en la actualidad hay muchos líderes, pastores, maestros de la Biblia interesados en estudiar la Escrituras y predicar expositivamente lo cual, es algo digno de admirar, pero; cuando examinamos su vida a la luz del evangelio se quedan muy cortos en lo que Dios demanda de sus vidas. 

Uno de los énfasis del seminario evangélico SEPE es asegurarse que el estudiante serio de la Escritura a medida que crece en conocimiento, así mismo crezca en su vida piadosa. 

Las palabras del apóstol Pablo son muy adecuadas para nosotros, “Ejercítate para la piedad” 1Timoteo 4.7b

En este contexto el apóstol instruyendo a su hijo espiritual le anima a no ocupar su tiempo en cosas sin valor eterno, le manda a que rechace enérgicamente esas cosas que le distraen y que se esfuerce intencional y continuamente en la búsqueda de la piedad genuina, esa piedad que glorifica al Señor.

Ejercítate – tiene el sentido de “entrénate, ponle diligencia, disciplínate”,  aquí habla de un esfuerzo intencional hacia la piedad, es casi decir oblígate a ti mismo. Como hombres de Dios debemos estar en esa búsqueda constante de piedad. Los hombres que han impactado, ciudades, países, tribus e iglesias han sido hombres comprometidos con la piedad verdadera. 

Este joven pastor debía ocuparse en una de las cosas más importante en la vida de un ministro ejemplar: “la piedad”. En otras palabras, el apóstol Pablo le recomienda hacer ejercicio espiritual, para desarrollar los músculos espirituales proveyendo fortaleza interior. Este ejercicio de la piedad demanda esfuerzo, paciencia, sacrificio y disciplina, tal como los atletas lo hacen con el ejercicio corporal. 

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Algo que no debemos de olvidar es lo siguiente: aunque Dios nos demanda esforzarnos por la vida piadosa. Tal como el apóstol Pablo le recordó en muchas ocasiones a Timoteo, Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús, …. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse.  De la misma manera Dios nos manda a depender de Él completamente para que Él mismo nos ayude, ya que sin su asistencia sería imposible lograr una piedad bíblica.

El mismo apóstol Pablo dependía completamente en el Señor, él dijo en 2 Corintios 3.5  No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios. NVI. Al final es Dios quien produce en nosotros esa piedad bíblica

¿Estás creciendo en conocimiento? ¿Esta tu crecimiento acompañado de piedad? ¿Tu conocimiento de Dios te lleva a esa vida piadosa? ¿Te pareces más a Cristo?